La fiebre es el aumento de la temperatura del cuerpo en respuesta ante una infección, una inflamación o una vacunación. La temperatura corporal normal varía entre 35 y 37° C, pero no tenemos la misma en todo nuestro cuerpo, por lo que, dependiendo de dónde la midamos, habrá que tener en cuenta unos valores u otros.

En niños se considera que hay fiebre si se registran:

• Más de 38° C en las nalgas (rectal)
• Más de 37,5° C en la boca (oral)
• Más de 37,2° C bajo el brazo (axilar)

En adultos se considera que hay fiebre cuando la temperatura es superior a 38º C.

También hay que tener en cuenta que la temperatura del cuerpo puede oscilar, ya que:

• La temperatura generalmente es más baja por la mañana y más alta por la tarde-noche.
• En el ciclo menstrual de la mujer, la segunda parte del mismo puede elevar la temperatura corporal un grado o más.
• El ejercicio físico, abrigarse en exceso, el consumo de algunos medicamentos, la temperatura ambiente alta o el momento después de las comidas también pueden incrementar la temperatura corporal.