En verano debemos prestar una atención especial a nuestros ojos. Una mayor exposición solar, el contacto con la sal del mar, el cloro de la piscina, o la sequedad que puede provocar el aire acondicionado pueden afectar a nuestra salud ocular.
Para que esto no suceda, desde la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) te ofrecemos unos sencillos consejos para cuidar tus ojos en verano:
- Utiliza siempre gafas de sol que cumplan con los estándares de la Unión Europea y que se adapten a tu graduación, si la tienes. Las gafas de sol son aliadas en esta época del año para proteger los ojos de los rayos ultravioletas.
- No olvides tus gafas de bucear. El agua de la piscina o del mar puede contener cloro, sal, arena, bacterias u otros agentes irritantes que pueden provocar enrojecimiento, picor, lagrimeo o infecciones en los ojos.
- No compartas gafas o cualquier otro tipo de objeto que pueda estar en contacto con los ojos.
- No te frotes los ojos y recuerda lavarte las manos con frecuencia para prevenir infecciones oculares utilizando, si fuera necesario, suero fisiológico para limpiarlos. La arena es una vía de transmisión de polvo y partículas que pueden perjudicar a nuestros ojos.
- Aplica la crema fotoprotectora de la cara con cuidado. Asegúrate de que no entra crema solar en los ojos, ya que puede provocar irritación.
- Hidrata tus ojos diariamente. El aire acondicionado o el ambiente más seco en verano pueden producir mayor sequedad ocular. Parpadea a menudo y utiliza colirio hidratante o lágrimas artificiales para mantener tus ojos hidratados.
- Evita mirar directamente al sol, incluso con gafas de sol. La exposición directa puede causar daños oculares graves. No tomes el sol con lentes de contacto.
- Si utilizas lentillas, es recomendable no bañarte con ellas, ya que se pueden infectar.
- Limita el uso de dispositivos electrónicos. No sobrecargues tus ojos usando dispositivos móviles y tabletas durante largos períodos, ya que esto puede causar fatiga visual y síndrome de ojos cansados.
- Consulta a tu farmacéutico si notas picor, enrojecimiento y/o exceso de secreción (legañas). En función de los síntomas, nos derivará al médico o nos recomendará el medicamento de autocuidado más adecuado a la dolencia que presentemos.
Recuerda que para mantener una salud visual óptima es recomendable acudir al oftalmólogo periódicamente para revisar nuestros ojos y estar atentos a cualquier síntoma que pueda indicar un problema ocular.