Los cosméticos también son productos para el autocuidado de la salud y, como tales, deben cumplir con una serie de requisitos, entre ellos, mostrar de forma visible y legible, en su embalaje y en el recipiente, la fecha de caducidad o plazo para su utilización. La fecha de caducidad, entendida como aquella hasta la que el cosmético sigue cumpliendo su función inicial y es seguro, puede mostrarse de dos formas:
- Como fecha de duración mínima, precedida de la expresión “utilícese preferentemente antes del final de…” o del símbolo:
- Mediante el denominado símbolo PAO (plazo después de apertura), cuando la duración mínima de un cosmético es superior a treinta meses. Este plazo se refiere al tiempo en meses o años que debe transcurrir entre la primera vez que se usa el cosmético y el momento en que deja de ser seguro su uso.